El mundo de la cerveza crece cada vez más en nuestro país, los datos lo confirman. Para dar un buen servicio y conocer el maridaje de esta bebida tan aclamada, ya son muchos los restaurantes que apuestan por sumilleres de cerveza. Es inevitable pensar que nos dirigimos hacia un futuro gastronómico amplio y variado, entonces, ¿por qué no ampliar la oferta de bebidas para combinar todos estos platos?

Edgar Rodríguez es jefe en sala en El Racó d’en Cesc, un restaurante barcelonés referencia en el mundo del maridaje de vinos y cervezas. Él es sumiller de cervezas, quien encuentra el perfil perfecto de las distintas bebidas, conociendo sus ingredientes y procesos de elaboración de las mismas. “Siempre me ha llamado la atención este mundo. Los cursos que había hace años no ofrecían formación extensa de sumillería. Lo que hice fue formarme por mi cuenta, leyendo libros y probando distintas cervezas”, cuenta Edgar Rodríguez.

Nos habla de la cantidad de clientela que acude a su restaurante sólo por esa gran oferta gastronómica relacionada con la cerveza y el vino. “No nos hacemos competencia con otros lugares donde tienen una oferta gastronómica más relacionada con una comida concreta, nosotros somos un lugar de comida más clásica, mediterránea. Va por otros caminos”, asegura.

Dice que le llaman loco por apostar desde sus inicios por este sector, olvidado en mayor parte en España. “Está un poco olvidada el maridaje de algunas bebidas, hay algunas que están menos usadas dentro de este trabajo, ya sea el sake o la cerveza”, manifiesta. Y es que tenemos normalizado consumir esta bebida en cualquier bar, restaurante o espacio donde se nos ofrezca algo para beber bien frío, por ello, el consumo de cerveza se ha disparado en los últimos años siendo una de las bebidas que optamos gustosamente para el acompañamiento de las comidas. Según un informe socioeconómico del sector de la cerveza en España, en 2018 el consumo total de cerveza en España ha superado la barrera de los 40 millones de hectolitros, un 1,5% más que el año pasado.

Edgar asegura que, para que este trabajo sea mas aplaudido y la gente sepa lo que está pidiendo, hay que tener en cuenta dos elementos:

  • En el sector de las cervezas, hay que potenciar las ferias de cervezas de calidad. La cultura cervecera ahora apuesta por las escuelas de hostelería, donde forman a un público que va a tratar con este bebida. Los restaurantes que asuman que tener una única cerveza en la carta ya no es normal, deben tener tres o cuatro referencias
  • Luego también está la profesionalización del sector. El sector hace que se consolide.

“Si una cerveza por muy exclusiva que sea, no sé venderla, va a dar igual la calidad que tenga. Necesitamos profesionales en el sector”, sostiene firmemente. “Hay que darle un formato de empresa seria, con buenos cursos, buena enseñanza… no es un hobbie de crear y vender cerveza, sino de una empresa seria donde trabajas con un producto de calidad“, afirma.

La Escuela Superior de Hostelería Bilbao organiza un curso especializado de sumiller de cervezas en marzo, impartido por los profesionales más reconocidos del sector. Su cita dará lugar en Bizkaia, ahí se abordarán todos los aspectos a tener en cuenta en la elaboración, cata y servicio de la cerveza.

Esta formación está dirigida a profesionales de hostelería, maîtres, jefes de sala y camareros pero también a trabajadores de tiendas especializadas y gourmets así como cerveceros emprendedores y entusiastas o medios de comunicación especializados. Al finalizar esta formación se obtiene el título Beer Somelier de ESHBI avalado por Cervecera Independiente.

barradeideas.com

 

 

La restauración tradicional expresa más dudas hacia el futuro y es muy sensible a los posibles cambios en la coyuntura económica. La queja del todo mal es histórica en nuestra sociedad y casi privativa de la restauración tradicional, pero el resto de la amenaza es lícita y lógica, la restauración tradicional y los modelos de gestión que no se han actualizado se siente débil y vulnerable a los cambios.

La crisis económica del 2008 y siguientes dejó muchos muertos en el camino y a otros muchos negocios muy tocados. Muchos de estos negocios debilitados siguen, una década después sin reconvertirse y temerosos de que otra crisis les dé la puntilla.

En este década vamos a acometer (ya estamos en ello) la mayor RECONVERSIÓN del sector en décadas. Una reconversión tan obvia como necesaria. Los clientes ya no son los mismos, no consumen igual y no quieren lo mismo, la gastronomía ha ampliado su abanico con conceptos y culturas muy diferentes, la relación digital con la comida y el ocio es un must, el consumo fuera de casa (o en casa de producto cocinado por otro) se ha generalizado como un hábito de vida, los empleados se comportan diferente y tienen nuevas expectativas, el fraude ya no es tan rentable o está bajo sospecha….

En esta década prodigiosa estamos asistiendo a la aparición de los robots como fuerza laboral. Ahora ya no es un proyecto de futuro, ahora están en ferias y eventos, se pueden comprar y ya son muchos los anuncios de restaurantes, cadenas, hoteles, etc. que los incorporan en una parte o en todo su proceso de producción y servicio. Todos los procesos de gestión se están digitalizando a pasos agigantados.

La digitalización ya no es algo que los expertos publican en artículos de prensa como una necesidad, si no un hábito cotidiano de los que aún no lo han hecho. Cada vez se abren más negocios de hostelería digitalizados 100% desde su inauguración. Los robots ya forman parte de esto.

Los robots se van a encargar de tareas repetitivas, pesadas y sin valor añadido y van a reducir la presión de los restauradores para conseguir personal, centrando la necesidad en el personal más profesionalizado. Les darán prestigio a trabajar en el sector, puesto que se mejorará la retribución y los nuevos puestos de trabajo serán de valor añadido.

¿Qué tienen que ver los robots con la reconversión que va a sufrir el sector? TODO, van a ser uno de los canalizadores del proceso, puesto que revolucionarán los procesos, eficiencia (y beneficio) de los primeros que los adopten y arrastrarán al sector a cambiar procesos y conceptos.

Siempre habrá lugar, un lugar bien grande para la restauración y la gastronomía tradicional -no solo los conceptos más clásicos tienen problemas de supervivencia y gestión-, pero todos los negocios que no modernicen su estructura interna y actualicen su posicionamiento se pueden quedar fuera de la reconversión.

La robótica, en un sentido amplio, va a dar el empujón final a que se reconviertan todos los supervivientes de la debacle de la anterior crisis…o a que caigan si no lo hacen.

diegocoquillat.com